Jaleel White, conocido por su papel icónico como Steve Urkel en la serie de comedia Family Matters, se ha mostrado emocional y conmovido en una reciente entrevista al recordar a su amiga y compañera de reparto Michelle Thomas, quien interpretó a Myra Monkhouse en la misma serie. Durante la conversación, White rompió a llorar mientras hablaba sobre las dificultades que enfrentó Thomas en Hollywood, refiriéndose a lo que calificó como un trato “imperdonable” por parte de la industria hacia la actriz.
Michelle Thomas, quien fue un talento brillante y una persona querida por quienes trabajaron con ella, falleció trágicamente en 1998 a la edad de 30 años debido a un raro cáncer de estómago. En su entrevista, White expresó el dolor que siente al recordar cómo Hollywood no valoró a Thomas como merecía. Según él, la actriz enfrentó barreras en su carrera, no solo por ser una mujer de color, sino también por las restricciones de la industria que la encasillaban en ciertos tipos de roles, limitando su crecimiento artístico.
White señaló que Thomas tenía un carisma especial y una capacidad actoral que merecía más oportunidades en proyectos importantes, pero que, lamentablemente, no recibió el reconocimiento adecuado ni el apoyo necesario para avanzar en su carrera. El dolor de Jaleel White al hablar de su amiga refleja no solo el vínculo profundo que compartían, sino también su frustración por las injusticias de una industria que muchas veces no reconoce el talento, especialmente de actores y actrices de color.
Con lágrimas en los ojos, White dejó claro que su amistad con Michelle Thomas fue una de las más importantes de su vida y que, hasta el día de hoy, sigue recordándola con amor y dolor. Su testimonio ha provocado que muchos fans de Family Matters y de Thomas reflexionen sobre las realidades de Hollywood y cómo las barreras sistémicas pueden afectar incluso a los talentos más brillantes.
Las palabras de Jaleel White son un tributo conmovedor a la memoria de Michelle Thomas, quien, a pesar de los desafíos, dejó una huella imborrable en sus compañeros de reparto y en todos aquellos que disfrutaron de su trabajo en la televisión.